Alguien dijo en una ocasión que una empresa vale lo que valen sus datos, y podría parecer exagerado o quizás no.
La información que se maneja resulta fundamental para la estrategia, resultados, incluso muchas veces la viabilidad de la propia empresa depende de ella.
Gestionar los datos de manera ágil y eficiente beneficia a cada uno de los usuarios de la compañía., no sólo los propios ejecutivos, sino también los clientes, proveedores, y un largo etc.
Las empresas de la nueva economía son un claro ejemplo de ello, la mayoría de ellas surgen para afrontar nuevos retos que requieren de una importante la labor de análisis de información para no arriesgar demasiado a la hora de tomar decisiones cruciales. Y del mismo modo su modelo de negocio se basa muchas veces en dar respuesta a cada una de las miles de consultas o peticiones que plantean sus clientes on-line.
Asegurar que esos datos son fiables y están actualizados forma parte de las tareas de una de las nuevas figuras que aparecen en las organizaciones, el CDO (Chief Data Officer). Su principal labor: protección, privacidad y gobierno de la información, calidad y gestión de datos, junto con la explotación de los activos de datos para crear valor de negocio.
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